sábado, 18 de abril de 2015

La creatividad y sus demonios

No logro descubrir el origen de esta nostalgia arraigada. Un indicio de tempestad que se cuela junto al frío. Me estremece. Oscurece el brillante sol, tanto que me hace escarbar las paredes en busca de alguna luz protectora, de algún camino hacia la plenitud extraviada tan de repente. Escarbo a través de acordes y palabras, a través de sonidos entrelazados, entre colores y sensaciones, entre formas de plasmar lo inmediato, de convertirlo en permanente. Esta nostalgia, mi más fiel enemiga, es también mi más arduo combustible, es el sustrato de mi existencia como individuo, como rol, como persona. Alguna vez un buen amigo me dijo que los artistas somos artistas porque nos encontramos irremediablemente incompletos, y es parte de nuestra más íntima naturaleza la búsqueda incansable de esa completud ausente, aunque sea de modo pasajero, en los artefactos a través de los cuales retratamos y proponemos una versión de nuestra realidad. Creo que está en lo cierto. Y creo, además, estar dispuesto a abrazar ese vacío inherente, si es que ese es el precio de poder explorar los horizontes infinitos que ofrece creatividad.

domingo, 12 de abril de 2015

No Surrender

Los grillos cantan constantes, cubriendo el semisuelo con un manto transparente de vibraciones resonantes a rangos ultrasónicos, entibiando el entorno, dándole sus pulsaciones vitales a la majestuosidad del paisaje. Un halo de viento fresco se pasea por entre los árboles dormidos, rosando los troncos afilando pequeños silbidos ligeramente graves. El pasto se agita satisfecho, y el poblado celebra la llegada de la nueva aurora, desde el lugar en que nace: lejos, cruzando el horizonte. El cielo gira en calma, y las estrellas parecen perforaciones explosivas en la corteza del manto que cubre la vista hacia lo supremo, pequeñas rendijas, que danzan patrones hipnotizantes. Fueron siglos de estar dormido, siglos antes de que las ondas polares me volviesen a despertar.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El nuevo rostro del mundo

El mundo se cambió de piel y es ahora una serpiente reluciente y elegante, que se enrolla gustosa por las ramas de los arboles, atando lazos desatados por el tiempo. El mundo ahora camina con las piernas y no ya con sus anhelos, se encarama por las piedras más elevadas en busca de viento inspirador, cogiendo a bocanadas el sabio elixir que lo mantiene vivo. El mundo es hoy brillante y colorido, poblado por las más intrigantes criaturas, antes fieras ajenas y hoy fieles compañeras.

jueves, 3 de julio de 2014

cuento_1

A viene de las montañas y baja al pueblo Rojo. El pueblo Rojo es sólo una avenida bordeada con árboles de manzanas y casas rojas con puertas rojas de distintos tamaños. Los habitantes del pueblo Rojo suelen ser tímidos y escurridizos, pero en aquella particular tarde en que A decide bajar hasta allí, B y M pasean por la avenida, a pleno sol, envueltos en grandioso júbilo y alegría. “¡Hola!”, confiere A, haciendo un gesto caricaturesco al tiempo que inclina el tronco en diagonal con la palma en alto. Pero B y M parecen no captar su presencia, y entonan altivos el canto de su parlar. Vale decir que B es una chica con bastante gracia, y que vive en la última casa de la izquierda, la casa color escarlata con el gnomo de cerámica que observa desde el recibidor. M, por su parte, viene del pueblo Azul, es un ciudadano ilustre, y se encuentra de visita en el pueblo Rojo, viene porque desea ver a B. A, intrigando por la nula retroalimentación que obtienen sus señas, repite el paso, alternando esta vez la dirección de su inclinación y la palma que mantiene levantada. B y M cambian de pronto el ritmo de conversación, pero lo retoman inmediatamente, dibujando risotadas como serpentinas que luego cuelgan de los árboles. B le cuenta a M sobre una historia que leyó, acerca de un pueblo con dos colores en algún lugar perdido del océano. M escucha atento, y ríe con estrépito al término de cada frase, la historia le parece hilarante. B se regocija en su infinita grandilocuencia, y cuenta que en el pueblo con dos colores no hay ciudadanos ilustres, sólo ciudadanos ilustradores. M estalla en carcajadas, haciendo brotar lágrimas azules de sus azules ojos. A, comenzando a sospechar que no está siendo tomado en cuenta, recurre a tácticas más elaboradas, añadiendo un salto doble a la tercera vuelta de su ritual.    

martes, 27 de mayo de 2014

lejos, allá en Dinamarca

Las impresiones estáticas son mudas e inertes ante tu vista atravesando el océano. El peso del tiempo se interpone como una muralla de historias dividas, castillos creados en medio de la nada, viajes tomados hacia el fin del mundo, familias sembradas en tierras distintas. Pero tu voz es lo suficientemente especial como para seguir haciendo eco dentro de mis cavidades. Maldigo al universo por ponernos al filo del precipicio siendo tan jóvenes, maldigo a mis manos por su ineptitud, a mi mente por su inconstancia. Pero toda maldición lo es porque no ha sido resuelta. ¿Será este un epílogo eterno, o la parte en que el héroe pierde su rumbo? ¿Será, entonces, esta vida suficiente para llenar el vacío que se interpuso mientras dormíamos despiertos?

martes, 13 de mayo de 2014

de los días paralelos

Convertiría la velocidad en espejos plateados, brillantes. Haría del caos un castillo de piedras apiladas. Cambiaría la verdad por lo inimaginable. Haría del cielo una eterna explosión.

Si tu estuvieras aquí, te abrazaría hasta hacerte tartamudear. Besaría tus manos y apretaría tus dedos con frenética suavidad, comprobando que son verdaderos. Podría ver lo que hay dentro de tus ojos y fácilmente me hundiría en el mar de palabras que nos supera(ba): entraría en tu alma. Tornaríamos nuestros rostros en un continuo, desdoblándonos en fractales mentales entrecruzados, mientras nuestros cuerpos vuelan como imanes.

Si estuvieras aquí, bailaríamos Elvis en la cocina.

lunes, 12 de mayo de 2014

esto es una farsa

Señores, yo considero que esto es una farsa. Déjeme aquí nada más, yo vuelvo a pie a mi casa. Descubrí un perverso motivo en este negocio de hacernos engordar los egos. ¿Que acaso nadie ve que se alimentan de nosotros?